El «dólar colchón» en el ojo de la tormenta en Argentina

Buenos Aires, 23 may (Prensa Latina) La política formalizada por el gobierno de Argentina para incentivar a que la gente con dólares no declarados los ponga a circular está hoy en el ojo de una creciente tormenta entre críticas y advertencias.


El ministro de Economía, Luis Caputo, se encargó de anunciarlas el jueves el «Plan de reparación histórica del ahorro de los argentinos» y reiteró que no será un blanqueo tradicional, sino «un nuevo régimen» financiero.
Para algunos analistas es un sutil lavado de dinero que puede convertir a Argentina en una guarida, mientras economistas sostienen que tendrá efectos limitados y puede conducir a un desastre económico y más tragedia social.


«Lo único que quedó claro del anuncio del ministro Caputo sobre el nuevo blanqueo es que el Gobierno está desesperado por quedarse con los dólares guardados en el colchón y que están dispuestos a ignorar por completo de dónde provienen», opinó el comentarista Leandro Renou en enjundioso artículo en el diario Página12.


Para eso eliminan o aflojan todos los controles, aunque hasta ahora no se sabe cómo impedirán que los delincuentes o evasores sean investigados en el futuro, remata Renou.


Para el analista Gustavo Mayares, el plan de Caputo/Milei copia «casi letra por letra» al que aplicó en 1992 el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo del presidente Carlos Menem en plena convertibilidad y en dirección a una catástrofe económica y social.


MinutoUno acompaña el análisis de Mayares con una foto de una exhortación pública que hizo el gobierno menemista y el diario Clarín publicó el domingo 10 de mayo de 1992 bajo el título: «Sáquela del colchón».


La medida impulsada por Domingo Cavallo, entonces titular del Palacio de Hacienda, tenía por objetivo facilitar la repatriación y blanqueo de capitales no declarados, permitiendo la regularización de activos mediante un pago mínimo, pero evitando la aplicación de sanciones por la evasión fiscal, recuerda el analista.


Se dio en el marco de la convertibilidad menemista -agrega-, que establecía una paridad fija entre el peso argentino y el dólar estadounidense: entonces era del 1 a 1, mientras que ahora dicen que es «flotante» entre 1 dólar a 1100/1400 pesos.


«Todo el mundo conoce aquella historia, pero Javier Milei parece decidido a repetir paso a paso aquel plan que terminó en tragedia económica y social, llevó al país al borde de la quiebra institucional, advierte Mayares.


Pedro Martínez Gerber, de la consultora PxQ, considera que si bien la medida tiene algo de novedad, quizás, no tenga impacto macroeconómico relevante, pues estima que los ahorristas no van a hacer volar sus dólares del colchón, y esto no conducirá a ingresos masivos de esta divisa al sistema, como persigue el equipo económico de Milei.